dimanche 4 décembre 2011

Las previsiones incumplidas de la economía en 2011.

Las previsiones incumplidas de la economía en 2011.

Posted by: "PL" pl.nospam@pandora.be   cubaverdad

Sat Dec 3, 2011 4:53 am (PST)

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...  los  ""Cambios"" que el regimen de los Castro dice  estar haciendo y que se contradicen con lo que por 53 anios han estado aplicando,defendiendo a sangre y fuego y al costo de decenas de miles de muertes ( 75,000 cubanos muertos en diferentes circunstancias)  no resultaran en ningun beneficio  economico para el pais, y tampoco para los cientos de miles de obreros o empleados del Estado que  han sido despedidos por el regimen mismo.No resultaran productivos,porque para que asi sea el regimen tiene que cambiar politicamente,economicamente y dar paso a la verdadera Democracia , Libertades ,y derechos civicos y Humanos que no ha respetado nunca . Basta de demagogias ! 

Ver mas abajo el porque con semejantes  "cambios" un pais no sale a flote.

 O cortar el pelo , por ejemplo, que entradas le da a una nacion ? Y porque los grandes negocios no estan en manos de cubanos  y no de la ganga en el Poder y sus socios extranjeros????

 ------> COMENTARIO por : LADEMAJAGUA

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Las previsiones incumplidas de la economía

 en 2011.
En vez de enfatizar el análisis de los fracasos productivos, las  autoridades en el consejo de ministros ampliado han vuelto a desempolvar  mitos y a establecer metas ficticias Elías Amor Bravo, Valencia | 03/12/2011 Los pasados días 25 y 26 de noviembre se celebró la reunión ampliada del  Consejo de ministros en la que Raúl Castro citó algunos datos sobre el comportamiento de la economía cubana en 2011, y al mismo tiempo,  insistió en la necesidad de continuar impulsando las reformas contenidas  en los “Lineamientos”. Sobre este asunto, tendremos ocasión de aportar  algunas ideas en otro momento. Me interesa en esta ocasión prestar  atención a las cifras del crecimiento económico. En dicha reunión, a la que asistieron los representantes más destacados  de los departamentos con competencias en gestión de la economía  castrista, se informó que la estimación del crecimiento del Producto  Interno Bruto en el presente año sería de un 2,7 %, inferior al 3 %  planificado. Este incumplimiento en la previsión de las cifras de crecimiento tiene  consecuencias muy negativas para la economía castrista. Primero, que la vuelve a distanciar del conjunto de países de América Latina, que impulsados por la demanda internacional de materias primas,  han vuelto a registrar un ejercicio de intenso crecimiento económico que  parece alejar a América Latina de la crisis instalada en la eurozona. En  cambio, la economía castrista vuelve a observar cómo se frena su proceso  de crecimiento, sin que las medidas adoptadas desde el año pasado estén  dando los resultados esperados. Mala noticia para los que pensaban que  decisiones sueltas y con escasa reflexión, como la entrega de tierras,  las autorizaciones a los cuentapropistas, o el traspaso de viviendas  iban a cambiar las cosas. En segundo lugar, y esto en clave interna, porque, una vez más, en la  economía “ejemplar” de la planificación central estalinista, en la que  todas las decisiones se encuentran sometidas a la voluntad de un “órgano  burocrático”, que se cree superior a los demás, y por tanto, conocedor  de todo lo que los cubanos desean consumir y producir, han vuelto a  fracasar sus previsiones. Tremendo problema. En la economía de libre de  mercado, donde las decisiones de producción y consumo se toman de forma  simultánea por millones de individuos y empresas en base a la  información de los precios, se suele acertar mucho más en las  previsiones de los órganos reguladores. Cabe preguntarse por qué en el  régimen castrista, se producen de forma sistemática estos errores, que  al menos en teoría, no se deberían presentar. Al parecer, la explicación oficial sitúa el problema en el ámbito de las  inversiones, “a causa fundamentalmente del incumplimiento del plan de  construcción y montaje para inversiones”. Comprensible. En un entorno de  escasez abrumadora de recursos financieros, lo primero que se sacrifica  es la inversión productiva. Pero los planificadores de la economía  castrista deberían ser conscientes de que llueve sobre mojado, y la  perseverancia en la limitación de las inversiones tiene consecuencias  muy negativas sobre el potencial de crecimiento de largo plazo de la  economía. Si no se invierte en infraestructuras, si no aumenta la  participación de la formación bruta de capital fijo en el PIB, la  economía de un país se deteriora, envejece y se hace improductiva. Ese es el “círculo vicioso de la economía castrista”, imposible de  romper con su modelo de organización institucional, agravado con la  escasez de fondos existente en la actualidad, que golpea con mayor  fuerza a aquellos países que no tienen una bien definida posición en la economía global. Los fondos procedentes de los petrodólares de Venezuela  ya no alcanzan a pagar los despilfarros de gasto improductivo del  régimen, y las remesas de las familias tienen un comportamiento peculiar  que a pesar de los mecanismos institucionales de exacción de la doble moneda, escapan en un alto porcentaje de la voracidad recaudatoria del  régimen. Alguien debería ponerse a pensar en cómo obtener recursos financieros, y la puerta del “Club de París” sigue cerrada. Los errores en la previsión, después de medio siglo de estalinismo, con  su descenso del crecimiento respecto a lo planificado, corresponden  también, según la información oficial, a las caídas en producciones de bienes de consumo fundamentales para la alimentación de la población  “como frijol, plátano, carne de cerdo y leche fresca”, que obligaron a  la economía a incrementar sus importaciones de alimentos. La pregunta inmediata es ¿pero no existe el embargo? Parece que no. Solo  para comprar leche en polvo, se gastaron más de 15 millones de dólares  por encima de lo planificado. En cualquier economía medianamente  eficiente, unas mayores importaciones no tienen por qué representar  menor crecimiento económico. De hecho, las importaciones suelen  apuntalar y potenciar el dinamismo de una economía, cuando esta carece  de los recursos y los debe comprar en otros mercados. Para que ello sea  así, y tal vez los mejores “maestros” a los que podría acudir la  economía castrista son sus “socios chinos o vietnamitas”, se trata de  vender fuera bienes y servicios por un valor superior a la importación  de los productos necesarios. Con ello, el saldo comercial se torna  favorable y los recursos financieros que se obtienen incrementan el  ahorro interno, y con ello, los niveles de inversión. En la economía  castrista, la tradicional financiación con subvenciones del bloque  soviético eliminó este mecanismo simple de relaciones comerciales. Nadie  se preocupó durante medio siglo de estas cuestiones, y por ello, su  recuperación está planteando no pocas dificultades, sobre todo de  concepto. Dificultades que sólo se superarán con una amplia  liberalización económica y el retorno a la ortodoxia de los derechos de  propiedad y la economía de mercado. Y aquí viene otra vez el “cuento de la lechera”, porque en vez de  enfatizar el análisis del fracaso en estos aspectos, las autoridades en  el consejo de ministros ampliado han señalado que “a pesar de que en el  próximo año debe disminuir el volumen de estas importaciones de  alimentos, pues crecerá la producción nacional, no se logrará reducir los gastos por este concepto, debido al aumento del precio de los  alimentos en el mercado mundial”. Análisis que confirma lo expuesto  anteriormente. No hagan previsiones sobre crecimiento de la producción  nacional que no estén suficientemente justificadas. Luego vienen los  sinsabores. Por otra parte, si se prevén aumentos de precios de los  alimentos en el mercado mundial, adopten decisiones para su compensación  en la línea de exportar mejor, más y de forma inteligente, y sobre todo  de aprovisionamientos. Recuerdo cuando se analizaba a mediados de 2002  la decisión del cierre del sector azucarero por Fidel Castro, las  consecuencias negativas que ello iba a suponer. Sin potencial exportador  alguno, la economía castrista languidece, a merced de los mercados  mundiales. Y entonces, para acabar de “colmar el vaso” del infortunio, la propuesta  del consejo de ministros ampliado para hacer frente a esta situación va  justo en la dirección contraria de lo que se debe hacer, según las leyes básicas de la economía, las mismas que interpretan y aplican con éxito  los socios chinos y vietnamitas. Las autoridades responsables de la  economía castrista señalan, en tales condiciones, que lo “importante es  ahorrar cuanto podamos el combustible y buscar alternativas para  producir”, “explotar mejor el empleo de la tracción animal en las  labores agrícolas y en muchos lugares todavía hay quienes no quieren  hacerlo si no es con el tractor”. Es decir, volver a la época de la  colonia, ya no al siglo XX ni tal vez al XIX sino al XVIII, en los  orígenes de la expansión del sector azucarero que vio Arango y Parreño.  ¿Y piensan que así es como van a aumentar la producción de alimentos?  Esta es la mentalidad de la dirigencia comunista en Cuba, y por eso, ni “lineamientos” ni reformas “raulistas”, ni créditos, ni cuentapropistas van a dar solución alguna al proceso de entropía que se ha instalado en  la economía. La destrucción hacia la que llevan a la economía los  dirigentes del régimen sólo puede tener una justificación: la vuelta al  estalinismo cuando se observe que la vía elegida no es la adecuada. Y  entonces, el desenlace puede ser fatal.
8.

Alarcón: “En qué manual dice que el corte de pelo es una actividad

 que debe estar en manos del Estado”

Posted by: "PL" pl.nospam@pandora.be   cubaverdad

Sat Dec 3, 2011 4:56 am (PST)

Política Alarcón: “En qué manual dice que el corte de pelo es una actividad que debe estar en manos del Estado”? Según el funcionario, las reformas son una respuesta a la situación creada por la crisis global, los efectos de los fenómenos climatológicos y porque “la guerra económica (de EEUU) no ha cesado” ACAN-EFE, Ciudad de Panamá | 03/12/2011 El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, explicó hoy en Panamá la “revolución” que se desarrolla en la economía de Cuba para “sacar al Estado” de varias actividades y “salvar el socialismo posible”. Acompañado por más de un centenar de dirigentes panameños, políticos y sindicales, intelectuales, universitarios, activistas y diplomáticos, Alarcón expuso en la sede de la Embajada de Venezuela en Panamá las reformas económicas que aplica La Habana. Según el veterano dirigente político, “el proceso de cambios busca erradicar formas burocráticas, reducir el papel del Estado en la economía, promover una mayor autonomía de la iniciativa privada, pero ello no implica que vamos a privatizar, ni abandonar el socialismo, sino que vamos a salvarlo”. Aseguró que se están haciendo “ajustes serios en la economía, pero con la participación de la gente” para “perfeccionar el socialismo posible en la Cuba de hoy”. Alarcón precisó que la reforma económica es una respuesta a la situación creada por la crisis global, los efectos de los fenómenos climatológicos y porque “la guerra económica (de EEUU) no ha cesado, sino más bien se ha intensificado en algunos aspectos por parte de la administración (de Barack) Obama”. Reconoció que el Estado cubano tenía un control total de la actividad económica, “lo cual no está escrito hasta donde yo sé, en ningún manual del marxismo”. Pero aclaró que cuando en 1959 la revolución cubana triunfó, se encontró con numerosas actividades económicas abandonadas por su “dueños”, miembros del entorno cercano del depuesto Fulgencio Batista, que le tocó al Estado asumirlas mediante un sistema de “interventores” que acabaron copando todas las actividades. “Como que le cogieron el gusto (los interventores)”, comentó para apuntar luego que “en qué manual dice que el corte de pelo es una actividad que debe estar en manos del Estado”. Por ello, explicó que lo que está impulsando el gobierno cubano es devolver a los individuos las actividades que no son estratégicas para el Estado como la educación, la salud, la seguridad social y la defensa, “pero para ello hay que tener muchos recursos”. Detalló que en el presupuesto cubano de 2012, cuyas cifras no mencionó, se incluye un “apreciable recorte” del gasto en educación y salud “para racionalizar” la gestión administrativa. “Ahora un cubano puede vender su casa si se va, no tiene que pedirle autorización a nadie, y si tiene un litigio que vaya a los tribunales, ya no hay un ente administrativo que intervenga”, ejemplificó. Por otro lado, criticó la “filosofía del derroche, la actitud irracional muy inculta y bárbara que practica la humanidad, que es la única especie que es capaz de autodestruirse”, al mencionar los estragos causados al medio ambiente en alusión a las discusiones de la cumbre ambiental de Durban (Sudáfrica). “Hay recursos para alimentar a todos en el planeta, lo que no hay es para el derroche de una minoría, ese 1 por ciento que dicen los indignados de Wall Street que se apropia del 99 por ciento del esfuerzo de todos”, sentenció. Dijo que “el discurso tradicional del socialismo restringe” la concienciación, por lo que apuesta al “discurso de la supervivencia” para incluir a todos los sectores, “incluso capitalistas con conciencia”, para trabajar por la conservación del planeta, “si no, tendrá que bajar Dios a ayudarnos”, acotó Alarcón, quien participó en la asamblea del Parlamento Latinoamericano que acabó hoy en Panamá.

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